Figuras de cera
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- Written by Luis A. Bañeres
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Una de las muchas ventajas que tiene el hecho de ser famoso es que uno puede disponer de su figura inmortalizada en cera.
En el caso de ser famoso por lazos con la nobleza, esa figura brilla de forma especial, y alcanza una posición más elevada, si bien su
supervivencia pende asimismo de finos hilos, por estar su destino en manos de reyes y puede precipitarse al rincón más oscuro del belén, salir en carretilla o volver a la casilla de salida, tras pasar tres turnos en la cárcel.
Por todo ello, llegado el caso, es conveniente prevenir para sacar el mayor partido a esta peculiar situación. Por ejemplo, puede sugerirse que la figura se la hagan a uno sentado y en pose pensativa. De este modo, cuando la figurilla se caiga del cuadro, puede usarse para el escaqueo en horas de curro, (si bien es verdad que en esos estatus se curra más bien poco), colocarla al volante cuando se aparca en doble fila para evitarnos la multa e incluso soplar en un control.
También sirve para no ir solo de copas, para ponerlo en la ventana, de mirón o para sustituir al vocal en una mesa electoral.
Incluso podría dar resultado si se le sienta en el banquillo de los acusados para aguantar los improperios de la chusma mientras el figura -éste con el artículo masculino por delante-, sigue haciendo transferencias a lejanos paraísos fiscales ante la mirada cerúlea de su suegro.
Y si todo esto falla, siempre se puede fundir y revender la cera al museo para moldeo de quien venga a sustituir al afectado o para su uso en reparaciones de los que siguen en escena, que a todos se les va viendo ya el cartón.
La monarquía española, en la basura
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Con motivo del hallazgo de una serie de fotografías de la monarquía española, que el escritor Willy Uribe anunciaba en su blog, diario Deia publica hoy un artículo al respecto firmando por José Basurto y titulado 'La monarquía española, en la basura':
EL escritor y fotógrafo getxotarra Willy Uribe dice que no tiene "nada que ver con Diógenes", pero reconoce que siempre le ha gustado "pescar en la basura". Fruto de esa afición, se encontró recientemente un centenar de viejas fotografías originales de la monarquía española en un contenedor en Getxo, según desvela en la página www.sigoleyendo.es, donde ha hecho público el descubrimiento. Estaban dentro de una caja de zapatos junto a varios libros de temática religiosa y algunas cartas personales, que no quiso recoger, y en cuanto vio en una de las fotografías a Alfonso XIII pensó que aquello "era algo histórico". Y así fue. Entre ellas encontró históricas imágenes de María Cristina de Habsburgo-Lorena con sus hijos, del rey Juan Carlos con sus dos hermanos en Suiza en 1943, y de la familia real en Donostia, entre otras. A su juicio, estas últimas son las más bonitas, aunque todas merecen la atención. "Quiero investigar un poco más acerca de estas fotografías, porque cada una tiene su historia", señaló ayer el escritor vasco a Europa Press. Entre ellas se encuentran varias instantáneas de la boda de Juan de Borbón, "en las que se esconden muchos personajes que tienen su historia y me gustaría averiguar", dice.
Muchas de las fotografías estaban acompañadas de sellos, de Madrid, Bilbao y San Sebastián, "por lo que estarían destinadas, seguramente, a la venta", señala el escritor. Además, algunas de ellas "son muy buenas", dice, y posiblemente sean copia del negativo original, "ya que tienen una gran calidad".
Por lo que se refiere a la pertenencia del tesoro, Uribe dice que desconoce quién pudo abandonarlo. Únicamente desvela que lo encontró "en la zona de Neguri y Las Arenas, donde hay mucha gente que ha sido monárquica toda su vida y, quienes cambiaron con el franquismo, lo hicieron por conveniencia". "Allí hay muchas casas que guardan muchos tesoros", apunta el escritor y fotógrafo vasco.
MONARQUÍA Willy Uribe se pregunta en la página web donde ha dado a conocer el hallazgo "por qué alguien pude tirar a la basura casi un siglo de historia". "¿Tal vez porque tiene que ver con la monarquía?, ¿confundió las fotografías con recortes de prensa rosa o ni siquiera miró lo que contenía aquella caja?, ¿en qué desván ha dormido la monarquía todos estos años". Estas son algunas de las interrogantes que plantea el escritor sobre el descubrimiento. Lo que le da pie para hacer una reflexión sobre la familia real española. En su opinión, "columpiada en las dictaduras de Primo de Rivera y Francisco Franco, y buscando aún un lugar en la democracia, la monarquía española necesita una urgente actualización". Y concluye con sorna sobre este tema: "Porque las fotografías que encontré en el contenedor azul tienen el valor de los bonos basura". A Uribe, tal y como él reconoce en la web, le gusta "pescar en la basura", aunque deja bien claro que "esto no tiene nada que ver con Diógenes". Gracias a ello ha conseguido cosas valiosas y curiosas. Por ejemplo, Uribe confiesa haberse encontrado: "La mesa sobre la que trabajo, la silla donde me siento, la mesilla del despertador,La Odisea de Homero, dos tablas de surf, las Oeuvres Complètes de Jacques Delille (en francés y editado en 1817), una jarra de barro, una pelliza, una caja de abrir bolis Bic de punta fina, una camiseta de los Rolling Stones, un frasco de Chanel nº 5, un flexo de mesa, el Dictionarie de la fable de Fr. Noel (en francés y editado en 1822), un atlas de 1885, un tambor de hojalata...". Seguro que con todo este material y lo próximo que se encuentre en un contenedor, Uribe sacará a la luz una nueva novela de éxito.
Sobreexposiciones cegadoras
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- Written by Luisa Etxenike
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Una encuesta realizada en Euskadi unos días después del 20-N revelaba que la mayoría de los consultados pensaba que la fuerza más votada había sido Amaiur y no, como ha sucedido, el PNV. Creo que es importante interrogarse sobre el cómo y el porqué se ha producido en la opinión pública esa errónea impresión y sobre qué otras falsas impresiones pueden estar igualmente instalándose en la ciudadanía. Tiendo a conectar esta confusión, en concreto, con la extraordinaria presencia publico-mediática de la izquierda abertzale; con la atención que concentra cualquiera de sus gestos. Y tampoco creo que estaría de más preguntarse por las razones, políticas, sociales y hasta emocionales de semejante dedicación, y naturalmente por sus repercusiones. La técnica fotográfica nos enseña que la sobreexposición no contribuye a la calidad de la imagen, sino al contrario; que los contornos se pierden, los rasgos fundamentales se difuminan, los contrastes desaparecen; que el resultado pierde mucha claridad, nitidez, "verdad", en definitiva, de lo representado. Me parece evidente que en el seno de nuestro debate público demasiados focos están orientados hacia la izquierda abertzale y que su imagen real se ve, debido a esa sobreexposición, profundamente alterada: con partes borradas o difuminadas, perfiles sin contraste; con elementos que deberían ocupar el primer plano que de repente aparecen relegados o disueltos en una especie de plano general, donde ya no se distinguen singularidades.
Y esta parece ser la estrategia fundamental de la izquierda abertzale en este inicio de la etapa posETA: construir primero e instalar después, en la opinión pública y en la memoria, una fotografía de lo sucedido en estos años, hecha equivalencias y generalizaciones; una imagen no de plano corto, sino de plano general, esto es, donde no pueden apreciarse con nitidez ni detalle, las actitudes, posturas y consiguientes responsabilidades de cada cual. En todos los pasos que da la izquierda abertzale se aprecia esa estrategia de llevarlo todo al terreno de la equivalencia y la equidistancia; en su reciente reconocimiento, por ejemplo, del dolor y el sufrimiento que "las múltiples violencias han producido en Euskal Herria", en su muestra de pesar por las víctimas "provocadas tanto por la violencia de ETA como por las estrategias represivas y de guerra sucia de los Estados español y francés".
Considero inaceptable esa presentación de plano de conjunto, de responsabilidades indiscernibles, de víctimas y victimarios confundidos que la izquierda abertzalepretende; inaceptable esa imagen quemada donde ya no se distinguen los rasgos y los perfiles de nada. Creo que la memoria sólo se construye fiable, sosteniblemente, sobre el fundamento de imágenes nítidas, capaces de revelar todos los signos, hasta el último detalle. Y que convendría por ello, en eso y en todo, evitar las sobreexposiciones cegadoras. Feliz 2012.
Artículo aparecido en El País.
Camuflaje
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- Written by Luis A. Bañeres
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Ha sido visto con la hoz y el martillo, haciendo purgas en Siberia, también luciendo un minúsculo bigote, un flequillo rebelde y portando una esvástica.
Anteriormente se entretuvo quemando brujas en la Europa del siglo XV.
Puede tener piel blanca y deleitarse con los gritos de turcos empalados en la antigua Valaquia, o muy tostada y abastecer su frigorífico con viandas más que exóticas.
Recurre con frecuencia al disfraz de dictador, haciéndose llamar César, Caudillo, Comandante, Duce, Ilustrísima...
Montó caballos paticortos que pastaban hierba que nunca volvía a crecer y sembró el terror en las inquietantes noches brumosas del Whitechapel londinense.
A menudo se esconde tras el Corán, la Biblia o la Torá. Otras, se parapeta tras un cotidiano y simple maltratador.
Ha lucido traje de barras y estrellas. Y con otros trajes se ha paseado por Wall Street y por cientos de parlamentos. El diablo es tenaz, tiene debilidad por el camuflaje y de entre todas sus habilidades destaca la de saltar de un personaje a otro más adecuado al momento político y social.
La última vez que se le vio tenía el aspecto de un enano oriental con pelo alborotado y anteriormente el de un barbudo y acaudalado saudí de origen yemení.
¿Cuál será su siguiente apariencia?

