Entrevistas

En una actividad tan individualista como la de escribir, ¿En qué puede ayudar la asociación?

La Asociación tiene que buscar soluciones a los problemas de los autores y apoyarles en sus intereses comunes. Por ejemplo, creemos que es importante digitalizar las obras libres de derechos de los asociados y constituir con ellas un escaparate virtual para difundirlas. También tenemos intención de impulsar la participación de nuestros asociados en las Ferias del libro, los stands de las librerías, las instituciones culturales y los medios de comunicación. Hemos potenciado nuestra web corporativa para dar más eco a las opiniones de los asociados. Se está realizando un video promocional en el que han participado cuantos asociados han querido y estamos estudiando propuestas para acercar la literatura vasca al ciudadano. También queremos crear lazos con otras entidades análogas y ofrecer nuestra colaboración a todos los organismos o administraciones que puedan ayudarnos a favorecer el conocimiento de la obra de nuestros autores.

¿La crisis puede convertir la literatura en un ‘ghetto’?

Los escritores siempre hemos vivido en una crisis permanente. Si miras la historia de la literatura, es rarísimo encontrar autores que vivieran bien. O simplemente, que pudieran vivir de su trabajo como escritores. Para sobrevivir, los escritores han desempeñado toda clase de oficios, algunos de ellos muy peregrinos. Kafka fue toda su vida agente de seguros. Bukowski no pudo dejar de trabajar como cartero hasta que tuvo 49 años. Melville escribió Moby Dick después de trabajar en un ballenero. Roberto Bolaño vivía de su trabajo como guarda nocturno en un camping. Colette abrió un salón de belleza cuando tenía ya 60 años. Orwell fue policía en Birmania, lavaplatos, vagabundo, maestro de niños. No sé lo que pasará con la crisis, pero escribir es una necesidad que se lleva dentro y produce mucha satisfacción, así que creo que los escritores, para bien o para mal, seguiremos con nuestro trabajo, porque somos muy capaces de sobrevivir a todo.

Que Mikel Alvira es polifacético e inquieto es algo que ya pocos desconocen. El último paso es caminar con pies poéticos sobre telas pintadas y bolsos en una tienda. Hablamos con él para que nos lleve de la mano a lo largo de este nuevo proyecto.

¿Y ahora pinta telas y bolsos?
No es algo de ahora. Llevo mucho tiempo indagando en otros soportes. Es un intentanto de salir del folio o de la pantalla del ordenador. Escribo sobre telas vírgenes o ropa ya diseñada, sobre piezas de madera, sobre piedras o cristales... Incluso en muebles. No todo ha de ser publicable; existen muchos caminos para la expresión. Ahora preparo unos textos sobre cuerpo de mujer y el guión para un musical.
¿Cómo surge la idea?
Lo de las telas surge de la mano de la artista Rosa Puente, en su estudio de París. Ella esculpe a partir de materiales tan dispares como huesos o corsés. De allí nació la idea de escribir en otros soportes. Me agarró de la solapa, me llevó a un rastro de Montmartre y me empujó a explorar nuevos soportes. Después, con María Ángeles Vila, diseñadora, me lancé a confeccionar una colección de bolsos con la temática de mi poemario Cuatro Coma Cuatro y a escribir en sus lienzos.

¿Cómo afrontó este proyecto?

Como todo lo que hago: con emoción y ganas de aprender. Procuro no embarcarme en nada que no me aporte, que no me divierta. Ha sido una experiencia genial. María Ángeles Vila tiene su estudio en Roma, donde nacieron los bolsos. Su marca, junto con Stella Casta, se llama Le Sorelle Carillon. Lo de crear un conjunto de bolsos ha sido fascinante. Lo de pintar en lienzos y telas, excitante: por primera vez me he manchado las manos de tinta para plasmar un poema.


 

Entre este evento de telas y bolsos está un poemario, ‘Cuatro coma cuatro’…¿También poesía?
Hay quien dice que soy, sobre todo, poeta. No sé. No me planteo ninguna etiqueta; me da igual. Lo que sí sé es que la poesía me acompaña tanto o más que la prosa. Solamente tengo publicados dos libros de poemas, Eterna Mujer Eterna y éste que presento con los bolsos, Cuatro Coma Cuatro. Últimamente mi poesía campa por otros soportes
¿Es un género que cultiva con regularidad?
Es raro el día que no cae una frase, un par de versos, una estrofa. A veces habitan las libretas sin mayores pretensiones; otras veces llegan a una camiseta o un delantal o unas zapatillas, como los proyectos que saqué adelante con la diseñadora portuguesa Diná Pedro de Oliveira. La cosa es seguir haciéndose preguntas y dejando que afloren aunque no encontremos respuestas.
¿Va a volver a la novela?
¡Claro! No puedo abandonarla. De hecho acabo de terminar la que será mi próxima novela. Más de quinientas páginas donde me doy una vuelta de tuerca. Ahora está en la fase de barbecho y dentro de quince días empezaré la fase de corrección y desbroce. ¿Volver a la novela? ¿Y cuándo la he dejado?

 

El escritor Pedro Tellería presenta un nuevo poemario, 'Los pasos del nómada'. A modo de introducción y en exclusiva, Pedro Tellería nos cuenta en esta breve entrevista los caminos transitados en este nuevo libro.

 

 

¿Qué hay dentro de 'Los pasos del nómada'?

Poemas sobre la errancia y la no pertenencia. Me propuse su escritura casi como un juego, con la imagen del nómada en primer plano. Pero sucedió lo que tantas veces me pasa con la poesía: fui buceando dentro de mí hasta darme cuenta de que esa imagen es cardinal en mi vida. Entonces me di cuenta de que merecía la pena escribir un libro. El nómada representa la libertad absoluta del ser que no se siente anclado a casi nada salvo quizá a un pasado difuso del que también merece la pena desprenderse (o, al menos, no tomarlo tan en serio). En esa paulatina desnudez sólo quedó, como casi siempre, el paisaje que me rodea y mi particular imagen de Dios.

 

El pasado fin de semana la escritora vasca Marisol Ortiz de Zárate fue galardonada con el XXXII Premio literario 'Felipe Trigo' de Villanueva de la Serena en la modalidad de novela con la obra 'Una historia perdida'. Tras dar a conocer el fallo, la presidenta del jurado, Clara Sánchez, ha destacado que la novela ganadora es una obra que gira "sobre la memoria como problema físico". Sánchez ha añadido que se trata de un trabajo de "intriga y lenguaje muy logrados". La autora de 'Una historia perdida' nació en 1960 y desde 2002 se dedica a escribir tanto novelas como relatos cortos. Poco después de recibir la noticia, Marisol ha dedicado unos minutos a la AEE/EIE de la que es asociada.

¿Cómo ha recibido el premio?

Estaba celebrando la cena de fin de año con los escritores de Krelia.a (asociación de escritores de Álava) y me llamaron por teléfono. Imagínate el revuelo y las felicitaciones de todos mis compañeros

¿Se lo esperaba?

No. Nadie se espera un premio aunque creas en tu novela. La competencia es feroz y el criterio del jurado, desconocido.

¿Qué supone un premio de estas características para su trayectoria como escritora?

Es un paso más, simplemente. Un peldaño más que he subido en la escalera. Bueno, y el dinero no es de despreciar.

El jurado ha destacado que se trata un trabajo de "intriga y lenguaje muy logrados" ¿Qué nos puede contar de la novela?

Es una novela a dos e incluso tres voces. Son dos historias independientes, que suceden a diferentes personajes, en lugares deferentes y en épocas diferentes (una en Bretaña, Francia, en los años inmediatos al estallido de la 2ª Guerra Mundial y la otra en una megalópolis despiadada, en 1999, justo antes de la entrada en el nuevo milenio) Estas dos historias van convergiendo y tienen un mismo final, es decir, el último capítulo es el mismo para ambas. Pero fundamentalmente la novela habla de la soledad, de la necesidad de aferrarnos a los afectos, de la necesidad de dejar cerrados los asuntos vitales antes de morir, es decir, de hacer el viaje final con la maleta completa y ordenada. Le he dado una intriga muy estudiada para que la novela sea amena, entretenida, para que el lector no la pueda “soltar” una vez empezada. Puesto que vengo de la novela juvenil, eso para mí no ha sido lo más complicado. En cuanto al lenguaje, reconozco que lo he cuidado mucho, o lo he intentado al menos y es producto de mi experiencia lectora. Por supuesto siempre me he considerado más lectora que escritora.

¿Cómo ha sido el proceso de escritura de la novela?

Empleé dos años y medio en ella. Sufrí y gocé al mismo tiempo, pero esto es algo que cualquiera que se dedica a la escritura ya ha sentido en sus carnes.

'Una historia perdida', que se publicará en otoño de 2013 a cargo de la editorial Algaida, se ha hecho acreedora de los 20 mil euros que otorga el Ayuntamiento de Villanueva de la Serena. Al premio se presentaron un total de 190 manuscritos y tan solo once pasaron a la final. Por su parte, la madrileña Beatriz Olivenza Bernardo ha ganado el certamen en la categoría de Narración Corta con 'Mamá duerme la siesta'.

La semana pasada hicimos públicas las bases del Segundo Premio Internacional de Poesía Visual “Juan Carlos Eguillor”. Hasta el 31 de marzo, día en el que se cierra el plazo de recepción de originales, queremos dar protagonismo a la poesía visual e indagar en un género difícil de explicar pero muy fácil de experimentar y acceder. Para empezar a adentrarnos en este mundo hemos recurrido a Mikel Jauregi. Ha sido comisario de la primera muestra de Poesía Visual organizada por la AEE/EIE y miembro del jurado de la primera edición del premio Eguillor de poesía Visual. Además, es un profundo conocedor e investigador de las posibilidades de esta disciplina artística y literaria.

Mikel Jauregi AEE EIE¿Qué es la Poesía Visual?

En primer lugar, es un género, una disciplina artística. Pero con esto no contesto a tu pregunta. Definir la poesía es una tarea difícil, ya lo sabes y definir la poesía visual presenta una dificultad parecida. No obstante, podría decirse que siendo la poesía una abstracción, lo que llamamos poesía visual no es mas que un código o una forma de expresarla. Suelo decir, cuando escribo, que dibujo mis pensamientos con palabras. En la poesía visual se puede decir algo parecido pero cambiando las palabras (o además) por imágenes, objetos, símbolos, iconos, etc.