El Diario Vasco publica un artículo sobre la última novela de Juan Bas, Ostras para Dimitri:

Después de diez años y tres novelas conviviendo con el personaje, el escritor Juan Bas (Bilbao,1959) ha decidido pasar al retiro al ínclito Pacho Murga, el señorito bilbaíno venido a menos con un punto amoral cuyas andanzas le han servido a su autor para trazar en paralelo un retrato descarnado sobre algunos aspectos de la sociedad actual, con un tono a mitad de camino entre la novela negra y la picaresca moderna.

Bas ha llenado de humor corrosivo y vitriolo las peripecias de Murga, un sibarita snob que ha ido de los restaurantes de lujo a la cárcel, donde acabó en la anterior novela, 'Voracidad' (2006), Premio Euskadi de Literatura 2007. Y es ahí, en la trena, donde arranca esta nueva entrega, 'Ostras para Dimitri'.

Entre rejas ha conocido Murga a un mafioso ruso de sangre navarra, Dimitri Urroz, con quien entabla una estrecha amistad que le va a traer por la calle de la amargura a lo largo de las páginas del libro. «Como las anteriores novelas, ésta tiene una considerable carga esperpéntica articulada a través de un humor ácido y negro. La realidad que vivimos es un puro esperpento, pero bastante menos humorístico».

De la mano del capo ruso, Murga se verá envuelto en tramas criminales y bajos fondos que le van a llevar del Moscú de los excesos al valle del Baztán. «Urroz es un personaje poliédrico y contradictorio, una mezcla explosiva de moscovita y navarro. Muy atractivo literariamente y con ese componente de fascinación que produce el mafioso de altos vuelos».

Como la primera entrega, 'Alacranes en su tinta' (2002), que se iniciaba en el Guggenheim, esta tercera entrega de la trilogía concluye también en el museo bilbaino. «Aunque son novelas independientes, conforman una trilogía y me pareció armónico volver de nuevo al Guggenheim».

Vida propia

Aunque ha decidido darle vacaciones indefinidas, Bas no aclara si jubila al personaje definitivamente. «Digamos que he decidido aparcarlo. El personaje ya tenía demasiada vida propia y se imponía a veces en ciertos aspectos sobre el escritor si quería seguir siendo coherente con él».

Bajo la trama, Bas introduce reflexiones de calado, como la traición o los valores, alrededor de personajes bizarros como guardaespaldas etarras o perturbadores siameses psicópatas. «Lo que vengo a decir entre líneas es que el perdón no exime de la culpa que conlleva un gran crimen, que acompaña al criminal de por vida».

Bas no sólo abandona al personaje de Pacho Murga. También se aparta del humor presente en gran parte de su producción para la próxima novela en la que ya está trabajando. «El humor es un asunto serio; una excelente arma de defensa y ataque. Lo importante es emplear el humor sin que sea un añadido artificial ni reste dramatismo a la historia porque corres el riesgo de convertir la historia en bufonesca. Ahora estoy escribiendo poco a poco una novela muy negra que se titulará 'El refugio de los canallas'. Pero tengo para publicar una anterior, 'El saxo es mi marido', llena de sexo, engaños y maldad».