Prensa

Reseña aparecida el 2 de septiembre en 'El Cultural' de El Mundo del último libro de relatos de Juan Carlos Márquez, Llenad la Tierra (Menoscuarto) realizada por Angel Basanta:

"Con tres libros de relatos en su haber Juan Carlos Márquez (Bilbao, 1967), seleccionado en las dos mejores antologías del género en la actualidad (de Valls y Neuman), es uno de los valores más sólidos en la promoción que viene tomando el relevo en la buena marcha del cuento español en el siglo XXI. En Llenad la tierra, título del Génesis, ha reunido 23 cuentos protagonizados por una variopinta fauna de personajes que van desde los más excéntricos hasta los más comunes en situaciones cambiantes y con actitudes diferentes, estrafalarias casi siempre, tomadas de una realidad observada en escorzo, distorsionada por medio de la hipérbole, el misterio, el horror y el humor absurdo hasta llegar a visiones irracionales y surrealistas.

Los cuentos tienen una extensión muy desigual y también sus estrategias narrativas resultan muy variadas. Hay cuentos de naturaleza realista y composición clásica, como “Belgrado 1976”, sobre las tensiones y conflictos entre los miembros de la selección alemana (con nombres de futbolistas bien conocidos) durante su concentración en vísperas de aquella final. En otros el realismo se vuelve crudo, como sucede en el final cortazariano que aguarda al asesino de “Llegado el momento”, e incluso se llega al realismo sucio en la macabra degradación humana del marginado que en “Restos” se alimenta de lo tirado en los contenedores de un hospital. Pero a veces el realismo se complace más en lo cotidiano, adoptando una mirada original y lúdica sobre la peripecia vivida por una “Mujer desfallecida” y en los vencidos de la vida que se arrastran por los mostradores de los bares en “Subterfugios”.

Algunos relatos son fantásticos, no tanto por desarrollar invenciones ajenas a la realidad sino por distorsiones de la misma gracias a la metalepsis, el paso de un elemento real a otro plano distinto del que le corresponde. Así ocurre en “El corazón de mi padre”, donde se consideran las transformaciones operadas en la familia a causa de las mutaciones producidas en el corazón del progenitor. En otros, la fantasía se une con el humor y el disparate, como en “La meteorología”: los apuros de un hombre para recuperar a su familia empeñada. En situaciones así es un acierto expresivo que la prosa se nutra de una adjetivación tan disparatada como acorde con la peripecia: “el cielo se va volviendo biodegradable, cetáceo, pluscuamperfecto y granujoso como el interior de una granada” (p. 107).

Hay cuatro relatos dialogados, cinco si incluimos “Sopla”. Entre ellos se cuentan algunos de los mejores, desde “Mamá recitando a Neruda” hasta el “El orden integral”. Son muy pocos los descuidos y no enturbian el alto mérito literario de una larga docena de cuentos.

Comentario aparecido en la edición vasca de El País y escrito por Eva Larrauri con motivo de la publicación de la nueva novela de Juan Infante, Quince millones.

"El abogado Juan Infante vuelve a mezclar las calles de Bilbao con el género negro en su cuarta novela, Quince millones (Hiria). Los personajes de los policías Puchades y Fabretti se ven otra vez implicados en la historia del atraco a un furgón del Banco de España. El escritor y periodista Álex Oviedo destacó ayer en la presentación que Infante ha construido su obra con las pautas del cine negro americano. En la fotografía, Infante posa rodeado de ejemplares de Quince millones."

Juan Infante

María de MaeztuEncuentro poético en Estella dedicado a María de Maeztu. Participó en él nuestra compañera Fátima Frutos. La noticia aparecía ayer en el Diario de Navarra:

"Soy feminista. Me avergonzaría de no serlo porque creo que toda mujer que piensa debe sentir el deseo de colaborar como persona en la obra total de la cultura". En 1925 María de Maeztu y Whitney pronunció estas palabras que hoy suenan adelantadas a su tiempo, pero que entonces lo eran aún más. Mujer en una familia con otros miembros ilustres, Ramiro y Gustavo de Maeztu, la percepción de su figura quedó empañada por la fama de sus hermanos.

Para llenar este hueco de la memoria colectiva de Estella el Área de Igualdad y Mujer del Ayuntamiento de Estella y la Asamblea de Mujeres organizaron ayer un homenaje a una mujer cuyo mérito profesional más reconocido fue su aportación a la pedagogía. Sin embargo, la ciudad tiene hacia ella un motivo más concreto y cercano para el agradecimiento: el haber sido la artífice de que los cuadros del pintor pertenezcan hoy a Estella

Cuatro poetas y escritoras navarras, Maite Pérez Larumbe, Marina Aoiz, Fátima Frutos y Carmen Puerta, brindaron al público una obra personal dedicada a María de Maeztu. Semblanzas, versos y composiciones que desvelaron el carácter de una mujer singular que eligió Estella como el lugar donde se afincarían su hermano Gustavo y su madre Juana.

 

Algo ha quedado claro

Elena Moreno en El Correo del 27 de julio de 2012.

Un cuadro que inspira un poemario. Unos versos que hacen nacer más pinturas. Dos idiomas que dicen lo mismo sin que haya una traducción exacta de por medio. Un diseño circular que responde al espíritu del trabajo y que lleva al lector a un juego en el que para avanzar es necesario retroceder. Todo eso y mucho más encierra el nuevo trabajo de Ángela Serna.

Angela Serna, Diario de Noticias

La desmesura del círculo es el título de un libro-objeto publicado por Arte Activo, que ayer tuvo un primer contacto con la prensa pero que se encontrará con los lectores que lo deseen el lunes a las 20.00 horas en la sociedad Irrintzi. Todo tiene su explicación, aunque será quien asista el que lo disfrute. Luego llegará el 6 de enero y habrá presentación también en Burdeos, junto al nuevo libro de Florence Vanoli, quien en el de la autora vitoriana hace también de prologuista.

Pero eso ya se producirá. De momento, la obra empieza ahora un nuevo camino, el de encontrarse con el lector. El pasado comenzó en 2006, frente a un cuadro de Claude Abad. Ahí es donde Serna comenzó a darle vueltas al círculo. La escritura fue surgiendo sobre los temas que siempre le interesan, es decir, los que tienen que ver con la propia existencia. A su vez, la escritora fue mandando sus textos al pintor, que también se sintió inspirado. Todo se puede aprovechar.

Sin embargo, a la autora le apareció un problema que no supo resolver. Tenía el fondo y sabía cómo quería la forma pero no qué camino debía buscar para plasmarla. Hasta que hace poco se cruzó en su camino José Julio Arregui, que lo resolvió todo en un momento. Había un programa de ordenador que posibilitaba de manera sencilla lo que Serna quería.

Eso sí, hay otro detalle en la forma que es importante, la obra está escrita en francés y luego adaptada por la propia autora al castellano. Y los dos idiomas están presentes en el libro, cada uno empezando por un lado distinto para encontrarse justo en el medio donde no hay más letras sino, volviendo al principio del círculo, los cuadros de Abad.

"Me interesaba mucho la idea del círculo como vacío, siguiendo las reflexiones de Jorge Oteiza" describe la autora, que a la hora de hablar del resultado final prefiere referirse al término espiral. "Es un trabajo en el que está la esencia, aquello que se desvanece en el momento, que parece que no puedes alcanzar", apunta el editor, Roberto Lastre.

La noticia aparece hoy en Noticias de Álava.